dilluns, 19 de març del 2007

La primera vez que contrainformo...

Hoy en día la politización de las instituciones es algo que no nos debe extrañar nada, aun así, el que ocurra no debe ser una cosa que debamos dejar pasar.

Lo peor de todo es que ocurra en lugares como universidades públicas ya que lo que se pone en juego es la enseñanza y el futuro de lo que los estudiantes están pagando con su propio dinero.

La universidad Miguel Hernández de Elche (País Valencià) desde su creación ha ido ligada un personaje de la escena política. Estoy Hablando del señorísimo corrupto, con casos como Terra Mítica, Don Eduardo Zaplana.

La UMH ya desde el principio, al ir acompañada de alguien así no podía dejar de estar ligada a la politización.

Pues bueno, cuando esto encima es descarado, a algunos nos empieza a hervir la sangre, ya que la educación que pagamos todos debería estar desligada de todo esto y mucho menos ir acompañada de semejante personaje.

El hecho que nos acontece después de esta breve introducción es el siguiente:

Durante los diez años que lleva en marcha desde su creación en 1997- el puesto más importante dentro de la universidad, el del rector, ha sido ocupado, cual cacique, por una sola persona. Como bien dice el diario El PaisRodríguez Marín es el máximo dirigente de esta institución desde su creación porque fue la persona designada por el gobierno valenciano para poner en marcha la universidad en 1997 la figura de este ha ido unida a la política y a quien le interesa que esté hará que permanezca en su sitio hasta el final, a no ser que haya alguien que diga BASTA.

Pues ahí entra en acción un grupo de estudiantes hartos de esta situación.

Alguien debía criticar que esto estuviera ocurriendo, ya que encima de esto, no es un buen rector. Desde los despachos se ven las cosas muy distintas a la realidad y por tanto que una carrera tenga un plan de estudio deplorable y que al ir a hablar un coordinador con él, para comentarle la posibilidad de hacer unos cambios en el plan diga que es un plan inamovible, hace ver que el interés que tiene por “ofrecer docencia e investigación de la más alta calidad”, como bien dice en la bienvenida que da desde la página de la ya nombrada universidad, es más bien escaso.

Encima las nuevas elecciones de 2007 a rector, que tuvieron lugar el ocho de marzo, que se vuelven a hacer con candidato único el gasto impresionante de dinero para apoyar otra vez al candidato (único), y que se fomente el voto desde la delegación de alumnos con el siguiente anuncio enviado a los alumnos hace ver que la necesidad de que todo el tinglado salga perfecto es algo sospechoso:

Estimados compañeros/as,

Estamos inmersos en las elecciones a Rector, y todos los alumnos tenemos el derecho a votar. En esta ocasión se presenta el actual Rector, Jesús Rodríguez Marín, y es importante que haya un número elevado de votos, ya que en función de los votos que haya en la Facultad, podremos tener más fuerza a la hora de presentarle nuestras reivindicaciones.

Por eso, desde la Delegación, os pedimos que acudáis al CEGECA de Altabix durante esta semana y votéis, presentando el DNI.

No sólo es sospechoso, sino que se anima a votar fomentando la competitividad entre los estudiantes y las distintas facultades (cuando se supone que el voto, como en cualquier elección democrática, debe ser secreto y aquí o se deja claro que en la UMH no lo es o bien se intenta desorientar a los alumnos para que se vote).

La campaña que los alumnos hizo los días anteriores a la votación se centró en hacer reflexionar a la comunidad docente y a los estudiantes de que la situación y la democracia orgánica que se estaba dando, como durante el franquismo, no debía pasarse por alto.

No se consideraron totalmente democráticas dichas elecciones, no se consideraron ejemplares para los alumnos ni para nadie y mucho menos que fueran respaldadas por la delegación de alumnos (con métodos muy reprochables).

Se hizo una recogida de firmas, se repartieron panfletos informando a los estudiantes de qué estaba sucediendo con las elecciones, se hicieron pancartas y se manifestaron hasta que al entrar en el edificio donde estaba teniendo lugar la votación se les amenazó con llevar a los organismos de represión pertinentes, ya que no se podían manifestar en esa zona ya que debía estar limpia de carteles o cosas que incitaran al voto. Lástima que la policía no acudió ya que el edificio estaba lleno de carteles de la propia Universidad en los que se animaba a votar a Jesús Rodríguez Marín y por tanto les hubiera salido el tiro por la culata ya que los manifestantes en ningún momento dijeron o animaron a no votar.

Estas son cosas que no se pueden tolerar. Nos intentan engañar, se aprovechan de nosotros y encima juegan con nuestra carrera y por tanto futuro profesional.

NO PODEMOS PERMITIR UNA EDUCACIÓN OCULTA EN LA FALSEDAD Y LOS INTERESES DE UNOS CUANTOS.

QUEREMOS UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA Y DE CALIDAD Y QUE NO JUEGUE CON NUESTRO DINERO.